Antes de que lleguen los días festivos, y las celebraciones navideñas, me gustaría invitarte a una reflexión que yo mismo he vivido estos días.

2022 ha sido un año raro para mi. He crecido como persona, como profesional, se han cumplido casi todas las metas que me había puesto, pero ….

Cada año al llegar estas fechas las redes se inundan de videos y mensajes donde nos hablan de la importancia de poner metas definidas, con fecha, con un plan de acción etc, etc
De hecho yo ayudo a las personas a esa tarea de la que tan poco se sabe que es poner metas de la manera adecuada.

Pero estos días la reflexión no ha venido por el lado de las metas. Déjame que te cuente.

A pesar de haber cumplido metas este 2022, había una parte de mi que se sentía “rara” y no era capaz de ponerle nombre a esa rareza.  Este raro sentir venía arrastrándolo desde Septiembre, y aunque tenía que ver con la parte profesional estaba afectando al resto de áreas de mi vida.

Me di cuenta de que no estaba disfrutando de lo que estaba haciendo, porque no lo estaba haciendo desde el lugar correcto. No es lo mismo escalar una montaña porque todo el mundo la escala, o porque tus amigos te dicen que hay que escalarla, que subirla porque quieres disfrutar del camino mientras la subes, o por el simple hecho de que te apetece hacerlo.

No es lo mismo trabajar cada mañana en un bar porque te encanta la hostelería y te sientes genial atendiendo a las personas, que trabajar en un bar porque es la única manera que sabes de ganarte la vida. No es lo mismo …

Yo desde Septiembre no estaba vibrando con la manera de vender los cursos. Sé de sobra que si una persona no compra una entrada y no se sienta delante de mi, no podré ayudarla, y desde ese punto, vender es algo positivo y no tengo ningún problema con las ventas. Pero cuando la venta se convierte en el objetivo, no porque yo me haya vuelto materialista, sino porque contratas un Equipo para crecer, y ellos que quieren ayudarte te ponen un plan de acción, y te dan unas herramientas, y empezamos con el “tienes que hacer esto, tienes que hacer aquello, tienes que decir esto, tienes que, tienes que …” yo hacía, hacía, y hacía,  y me dejaba llevar, pero ….

Yo no me hice coach, entrenador, formador, por una moda, o por buscar una salida laboral.  Estas herramientas literalmente salvaron mi vida, y para mi es un deber compartirla con el mayor número de personas posibles. Con tanto tienes que hacer esto, tienes que decir aquello, ahora lo que toca es hacer esto …. se me había llegado a olvidar aquél primer taller presencial, donde 50 personas confiaron en mi, y vivimos juntos 3 días mágicos. En aquel momento me importaba un pimiento si todo era perfecto, si había mejor manera de hacerlo, o si se vendían más entradas. Solo escuchaba una voz dentro de mi que me decía “hazlo, hazlo …. puedes ayudar a esas personas …”  Y esa vocecita maravillosa, se amplificó en 2018, en 2019, y en 2020 con la llegada del confinamiento esa vocecita me dijo olvídate de vender, céntrate en ayudar, y la magia se hizo aún mayor. No imagináis el 2020 tan bonito que viví ayudando a cientos y cientos de personas. Era un año complicado para todos, pero yo estaba viviendo un sueño.

Luego llegó 2021, y todo lo que había sembrado en 2020 floreció. Pero floreció tan de golpe que el éxito me arrolló. Y casi sin darme cuenta me centré más en amplificar el éxito para 2022, que en las personas, y eso me hizo salir de mi centro, de mi esencia … y cuando no estás en tu esencia, te llega esa sensación de la que antes te hablaba. Te sientes raro sin saber porqué, aunque los resultados sean buenos…

Ya me había sentido así hace años cuando tenía una gran carpintería, un gran Club de padel, todo el éxito del mundo, peeeero …. No estaba en mi centro

Hace unas semanas sentí que no podía más, me dolía la espalda, no conseguía tener mi mente en paz, y tomé la decisión de SOLTAR. De olvidarme de lo que “había” que hacer y tomé una decisión que no es fácil de tomar, pero que cuando la tomas …. Uffffff lo cambia todo.

Si yo pudiera desearte algo para este 2023 y para el resto de tu vida sería que tomaras esta decisión que te quiero compartir. Haz solo lo que te apetece hacer, con lo que disfrutas como un enano, aquello que harías gratis si pudieras cada minuto de tu vida, y que eso que hagas y disfrutas de una manera u otra, ayude a otras personas.

No es una decisión fácil de tomar. Puedes tener una hipoteca, una familia y verte en un trabajo que no te hace sentir pleno, pero que claro … te cubre esas obligaciones.
Puedes estar en un trabajo que no te hace sentir pleno, pero claro, es el que sabes hacer, te pagan bien, y están los tiempos como para dejar un trabajo ¿verdad?

No es una decisión fácil, lo se. Pero te prometo desde lo más profundo de mi corazón que si dejas atrás los miedos, si encuentras tus dones, tu esencia, y lo pones al servicio de los demás, no hay manera de que te vaya mal, escucha bien lo que te digo. Cuando confías, es imposible que no te vaya bien.

Pero la fórmula no es: hago algo que no me gusta porque me da seguridad, y ya luego con mi seguridad cubierta haré lo que me gusta. La fórmula que funciona en este universo es: me olvido del miedo y de mis necesidades materiales, y hago aquello con lo que vibro y que ayude a otras personas. Entonces no solo se cubrirán tus necesidades materiales, sino también esas necesidades más interiores que son las únicas que te llenarán por completo.

Se que los profesionales que me aconsejan tienen razón en lo profesional. Si no haces esto, si no haces aquello, no puedo garantizar tus resultados. Esto y aquello está comprobado y es lo que hace todo el mundo, y es lo que hay que hacer si quieres tener resultados.

Ya … pero yo he decidido SOLTAR, rendirme, no tratar de dirigir el Universo, y centrarme solo en hacer aquello con lo que vibro. Y ojo … esto no significa trabajar menos. Significa hacerlo desde otro sitio. No es lo mismo escribir un libro porque hay que hacerlo, que escribirlo porque quiero ayudar a las personas que lo leen. No es lo mismo …

Solo hace 2 semanas que tomé esta decisión y llámalo “casualidad”,  pero ya empiezan a suceder cosas en mi vida que hace unos meses no pasaban. Hacen unos meses estaba en el “tienes qué, para lograr este resultado”, y ahora resulta que me llegan personas y situaciones que producen los mismos resultados sin tanto esfuerzo, desde el fluir…

Te lo repito. Se que a tu cerebro le da pánico hacer esto que te estoy diciendo. Pero es el único camino.

No puedes esperar a hacer lo que te apasiona tras cubrir tus necesidades. Eso es MIEDO.

Para estar en tu esencia, tienes que decirte a ti, y decirle al Universo, a Dios: confío, confío, confío… Confío tanto que me olvido de lo que “tengo que hacer”,  me olvido de mi, y me centro en los demás.

Si das ese paso que tanto asusta …. UFFFFFFF nunca habrás sentido tanta plenitud. Nunca…

Así que familia de Activados (que me encanta que estés en esta familia), la reflexión que te quiero compartir te la voy a resumir con un ejercicio.

Coge papel y boli, y escribe y contesta a estas preguntas, marcando del 1 al 10.

Diez es la puntuación más alta (si te identificas con la pregunta) y uno es lo contrario (no me identifico)

1.- En 2022 y 2021 he hecho lo que me apasiona y centrándome en ayudar a los demás. Del 1 al 10 ….

2.- En 2021 y 2022 he hecho lo que tenía que hacer para poder vivir y cubrir mis necesidades

3.- En 2021 y 2022 me he sentido PLENO-A con lo que hacía. Del 1 al 10…

4.- En los últimos años una voz dentro de mi me decía que yo había nacido para algo más …

5.- Sé que me gustaría hacer algo diferente a lo que hago, pero no se por donde empezar

6.- Tengo claro que si no tuviera obligaciones o miedo, no haría lo que estoy haciendo

7.- Me encantaría ser capaz de aprender a gestionar esa vocecita interna que me frena. Del 1 al 10 …

Lee las preguntas y mira tus respuestas …

Hicieron una encuesta en varias residencias de ancianos que estaban ya cerca de sus últimos días. Solo un 8% se arrepentían de haber intentado algo y haber fallado. EL 92% se arrepentían de lo que NO habían intentado. De lo que NO habían intentado ….

No te mueras con la música dentro. No dejes que este 2023 que está a punto de empezar sea un año más, solo un año más … toma esas decisiones que te hacen temblar, pero que en el fondo de tu corazón sabes que son las que te gustaría tomar.

Te hablará el miedo, lo se. Con ese miedo yo puedo ayudarte, hay herramientas para avanzar con él, para bajarle el volumen, eso es lo de menos.  Toma decisiones DIEFERENTES a las que hayas tomado hasta ahora, y deja que el Universo haga su parte. Tu solo haz la tuya. SERVIR, y DISFRUTAR SIRVIENDO

Te amo, y te deseo un 2023 cargado de nuevas decisiones, que te hagan temblar.

Si quieres ver la reflexión completa en vídeo, pulsa en el ENLACE

Reflexión para tu 2023

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