Siempre estás insatisfecho, con tu relación de pareja, con la relación familiar o con tus hijos, con tu jefe, con tus compañeros de trabajo, buscándole pegas a todo. El caso es quejarte y no valorar la maravillosa vida que tienes.
Pues déjame decirte que la insatisfacción que sientes, es tu punto de vista, es tu sensación, no es la realidad, todo está en tu mente. ¡Sorpresa! Es la misma mentira que siempre te estás contando.
Tú decides como tomarte las cosas que te pasan y lo que ocurre a tu alrededor, tú decides recrearte en tus “desgracias” y culpar al destino o a la vida por haberte puesto eso en tu camino. No paras de preguntarte ¿Por qué a mí? ¿Por qué todo lo malo me toca a mí? ¿Por qué todo el mundo a mi alrededor le pasan cosas buenas y todo lo que me pasa a mi es malo?
Pues déjame decirte, que esas preguntas solo tienen sentido en tu cabeza, en la realidad exterior ESTO NO ES VERDAD.
Te voy a dar unas pautas que debes seguir, para empezar a suprimir de tu vida esa insatisfacción crónica que tienes tan metida dentro de ti:
• Tu trabajo no es tan malo, tu jefe no es tan malo y tus compañeros de trabajo no son tan malos como tú los pintas. Empieza a solucionar los conflictos que tengas con tu entorno laboral. Da gracias que tienes un trabajo y eso te permite, comer, pagar la hipoteca, tener hobbies y mantener a tu maravillosa familia.
• Tu pareja no es tan mala. Empieza a expresarle lo que sientes a esa persona, deja de discutir tanto, no sirve para nada, las cosas se solucionan hablando. Déjate de reproches y lamentaciones. Da gracias que tienes una persona a tu lado que te quiere incondicionalmente.
• Tus hijos no son tan malos. Si hay algo que no te gusta de ellos, díselo, compártelo con ellos, no estés echándole la bronca todos los días. Es difícil de creer, pero tus hijos son tu reflejo, tanto para lo bueno como para lo malo, por lo tanto eso que te enfada tanto de ellos, quizás es porque te molesta de ti mismo.
Reflexiona sobre esto que te estoy contando y te darás cuenta que tu vida no es tan pésima como tu cerebro te hace creer.
Empieza a valorar las cosas buenas que tienes, deja esa insatisfacción crónica a un lado de una vez por todas.
Vibra en AMOR, vibra en tu ESENCIA, y vivirás en constante felicidad.
Me despido ya compartiéndote mi pasión que me hace vibrar cada día en la frecuencia más alta: Enseñar a otras personas las herramientas de control mental que me ayudaron a dejar atrás mis miedos y mis condicionamientos mentales, para que así pudiera salir lo que llevaba dentro de mi adormecido, mi esencia.
Te amo y me hace feliz servirte.
Gracias, gracias, gracias…
Quiero que el crecimiento personal llegue al mayor número de personas posibles y para ello, tenemos un grupo de Telegram donde comparto contenido gratuito EXCLUSIVO.