Durante años menosprecié la palabra felicidad.

En mi afán de explicar las cosas de una manera simple, defendía la diferencia entre felicidad y éxito de esta manera:
El éxito es conseguir todo lo que se quiere, y la felicidad es sentirte bien con lo que consigues.

Ahora miro hacia atrás y siento que eso lo escribió un niño en el colegio. Da la sensación de que la felicidad tiene que ver con conformarse, con no aspirar a más de lo que se tiene, y simplemente desde ahí, sentirte agradecido y feliz.

Nada más lejos de la realidad. La felicidad es una emoción que sentimos en distinto grado en diferentes momentos de nuestra vida, y que se puede medir, por ejemplo, tomando muestras de serotonina en sangre.

Puedes sentir felicidad cuando tu hijo aprueba un examen, o cuando un médico te da un resultado negativo ante una posible enfermedad, o cuando te toca la lotería. Puedes sentirla cuando compras un coche, o consigues un trabajo. Cuando tu equipo marca un gol, o cuando tu pareja te abraza. Todos estos momentos producen en ti una felicidad pasajera. 

Y necesitas entender que NO es el hecho en sí el que produce en ti felicidad. Es el pensamiento que se origina en tu mente, el que da paso a una serie de reacciones químicas que producen serotonina, dopamina, endorfinas y oxitocinas.

Pero hoy no vengo a hablarte de esa felicidad momentánea, si no de la felicidad como estado habitual de vida. Esa que se siente cada mañana al despertar porque comienza un nuevo día y estás vivo, y esa que se siente cada noche al irte a dormir porque tu día ha sido cojonudo y pleno.

Ese estado de felicidad o de plenitud, tiene dos reglas que son MUY simples (y esta vez no escribo como un niño de colegio)

  1. No tiene que ver con lo que se consigue o no. Como te decía antes, la felicidad instantánea por un logro conseguido es efímera y no dura demasiado.
  2. Puedes sentirla SIEMPRE, si te mantienes en tu esencia.

¿Qué es esto de mantenerte en tu esencia?

Imagina una tarta de manzana. Si cortas un trozo y se la das a alguien y le preguntas qué es, te dirá: una tarta de manzana. Es simple de ver. Pero si coges ese trozo, lo envuelves en nata, en sirope de chocolate, y le pones unas fresas por encima, ya es posible que a tu amigo no le resulte fácil decirte que eso que se está comiendo es una tarta de manzana. Tiene tantas cosas encima, que ha perdido “su esencia».

Contigo pasa igual, la nata, el sirope, y las fresas son tus miedos, creencias, y programación que tapan tanto tu esencia que tú mismo dejas de saber quién y qué eres en realidad.

En un Universo PERFECTO no hay accidentes y nada pasa por azar. Tú no eres simplemente un trozo de carne, huesos, y agua. Si fueses solo eso, no te emocionarías ante un amanecer, ante una montaña, o ante el nacimiento de un niño.

Dentro de ti, detrás de esas capas de miedos y creencias, hay un ser espiritual que vibra muy alto cuando siente que está en su esencia, y muy bajo cuando no lo está.

Einstein dijo una famosa frase que hoy la ciencia ha conseguido demostrar: Todo lo que existe es energía, y punto.

Si miramos en un microscopio potente tus manos y el tronco de un árbol, o un simple rotulador, veremos electrones, protones, y neutrones. Si el microscopio es más potente veremos partículas subatómicas como los quarks o los neutrinos. Y si el microscopio es más potente, solo veremos energía vibrando a una determinada frecuencia.Einstein tenía razón: “Todo lo que existe en este Universo es energía”.

Tu eres energía, y cuando vibras en una frecuencia alta estás en tu esencia, y ese estado de vibración te hace sentir la emoción de felicidad. Y cuando vibras en una frecuencia baja, no estás en tu esencia y no sentirás ese estado.

Entonces la pregunta sería ¿cómo puedo asegurarme de que me mantengo en mi esencia, en ese estado de alta vibración?

Esto es tan simple que pasa inadvertido para nuestros ojos. Hay 6 necesidades humanas primarias, que todos tratamos de cubrir de alguna manera. Son emociones inherentes en el ser humano grabadas en nuestro ADN desde el tiempo de las cavernas. 4 de ellas son más terrenales (por decirlo de alguna manera) y 2 de ellas tienen más que ver con tu parte espiritual, son menos tangibles. 

Las 4 necesidades primarias son amor, reconocimiento, seguridad, y variedad. Si cubres las 4 de manera continua, sentirás un grado bastante alto de felicidad. Pero si quieres sentir la plenitud de la felicidad, ese estado que te decía antes en el que te levantas y te acuestas sintiéndote PLENO, has de centrarte en cubrir tus 2 necesidades básicas primarias espirituales: CRECIMIENTO Y CONTRIBUCIÓN.

¿No me crees? Te reto a que lo hagas por 30 días.

En 30 días concéntrate en que cada cosa que hagas esté fuera de tu zona de confort, ahí donde se encuentra el crecimiento.

No te conformes con ser bueno en tu trabajo, concéntrate en ser lo mejor que puedas ser, y cada día un poco mejor que el día anterior.

Haz lo mismo en tu relación de pareja. No te conformes con ser el buen marido o esposa que fuiste ayer, aún puedes ser mejor hoy.

En tu faceta de padre, o de hijo, cada día sé un poco mejor que el anterior.

En el cuidado de tu cuerpo, en tu alimentación.

En tus relaciones familiares.

En cada detalle de la vida no te conformes con lo que eres HOY, concéntrate en ser un punto mejor que el día anterior. Para ello tendrás que formarte y crecer en el arrea profesional, en el área de pareja, en el área de salud, etc, etc, etc

Estarás creciendo cada día, estarás en tu esencia.

El ser humano siente felicidad cuando está en constante crecimiento, así de simple. Y he querido dejar para el final la segunda necesidad primaria espiritual del ser humano:  LA CONTRIBUCIÓN.

En nuestra esencia somos seres de amor, y cuando damos amor a los demás sentimos una felicidad dentro de nosotros difícil de explicar. La neurociencia lo ha demostrado. Cuando una persona recibe un acto de bondad eleva sus niveles de serotonina en sangre.

La persona que ejerce el acto de bondad también eleva sus niveles. Y lo más increíble es que un observador que esté viviendo ese acto de contribución, también eleva sus niveles de serotonina.

Mira que simple. ¿Quieres elevar tus niveles de serotonina? ¿Quieres sentir la emoción de la felicidad? Realiza actos de contribución.

Pero no lo hagas de forma esporádica o cuando te venga bien. Tampoco te concentres solo en actos de contribución con colectivos desfavorecidos. Contribuye cada día. Concéntrate en servir a los demás. Haz que el servicio sea un mantra en tu vida. 

¿Cómo puedo servir más y mejor a otros haciendo lo que hago?. Da igual a que te dediques.

No es lo mismo ser funcionario por cubrir una necesidad de seguridad con una nómina, que el serlo por ayudar a tus conciudadanos.

No es lo mismo ser camarero por que con la hostelería siempre puedes vivir, que serlo por que te gusta servir a los demás dándoles el mejor servicio.

Como puedes ver, todo tiene que ver con tu PORQUÉ. Si tu PORQUÉ es el servicio y la contribución, vivirás cada día en tu esencia. 

 

Vamos a hacer un breve resumen.

¿Quieres sentir un estado de felicidad cercano a la plenitud y vivirlo cada día? Concéntrate en mantenerte en tu esencia. Concéntrate en vibrar alto.

¿Cómo puedo vibrar alto? Enfócate en crecimiento y contribución. No te conformes con lo que tienes, ni lo que eres HOY, aspira a más y no dejes de crecer ni un solo día, y pon todos tus dones al servicio de los demás, contribuye cada día.

Y ahora te lo voy a resumir en una sola palabra.

Estarás en tu esencia si vives cada minuto de tu vida, y en cada decisión que tomes desde el AMOR.No hay energía que vibre más alta que el AMOR. Y amor significa: ausencia de miedo, fe inquebrantable, confianza ciega, crecimiento y contribución. 

No estás en amor si no das lo mejor de ti en el trabajo, si no das lo mejor de ti en tus relaciones, si no das lo mejor de ti en cada momento. Das lo mejor de ti cuando estas creciendo y cuando estás enfocado en servir a los demás.

Vibra en AMOR, vibra en tu ESENCIA, y vivirás en constante felicidad.

Me despido ya compartiéndote mi pasión que me hace vibrar cada día en la frecuencia más alta: Enseñar a otras personas las herramientas de control mental que me ayudaron a dejar atrás mis miedos y mis condicionamientos mentales, para que así pudiera salir lo que llevaba dentro de mi adormecido, mi esencia

Te amo y me hace feliz servirte.

Gracias, gracias, gracias…

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